OK, empieza a molarme esto

Sí, claro. Bendita seas María, o como hubiera dicho Godard, "Yo te saludo, María", allá desde Terras Galegas mostrando una intuición envidiable. 
No estuviste en la reunión, pero la has captado. Mi hermana habló de huella, de imagen, de memoria, de velocidad. Yo hablé de miradas y de otras cosas, quizás menos interesantes. Sobre todo hablé de ruptura y de no quedarse con la cómoda pose del temita hecho sobre el cual ya planificar una "obra". ¿Estructura inevitable del artista, la del camino "documentación-proceso-obra-exhibición-catalogación-archivo"? ¿Qué ocurriría si rompiéramos esa dinámica?
Tienes mucha razón: nuestro problema es que hemos sido educados en la idea de categoría kantiana y hoy el mundo se rige poco o nada por categorías, sino que se desborda continuamente. Incluso esa estructura famosa del rizoma es demasiado ordenada y sistemática para una realidad que ya ni siquiera existe como tal. En el mundo de la imagen pocas cosas hay tan claras como la inexactitud del término "realidad". Hace poco vi la expo "Arxiu Universal" en el MACBA y daba hasta vergüenza el uso indiscriminado y confuso de términos como "documento", "documental", "realidad", "realismo", etc...  Pero, bueno, ese es otro cantar. 
Estoy contigo en lo de operar desde tangentes sin renunciar al arte... Lo que me ocurre con el arte es que no soporto la facilidad con que los artistas suelen panfletar sus opiniones. La solidez no se consigue fácilmente. Ponernos todos a poetizar a la primera de cambio me parece, como poco, insulso. Todos haciendo "obras artísticas", como si viviéramos en una isla desierta y no tuviéramos nada mejor que hacer. 
Estoy siendo "malo" a propósito. Sabéis que AMO el arte: un cierto tipo de arte, el otro, los otros tipos (que siempre son, por desgracia, más ciertos que el propio), desde luego no me gustan. Pero ahí están, esperando un buen dardo. 
Estoy siendo malo por lo siguiente: ayer hablé con Inés. Estábamos de acuerdo en una idea: por un lado, al parecer, algo nos une... quizás una determinada percepción del estado de las cosas, una percepción (vamos a llamarla) tímida: el cuento del traje invisible del Emperador. Vemos lo que, al parecer, nadie ve. Y nos sorprende que nadie lo haga. Probablemente esto se llame "opinión divergente", pero seguramente la razón por la cual exista o deba existir este segundo eraser (y también quisiera cambiarle el nombre, con lo de "eraser" no se va a ninguna parte) es porque todos nos sentimos algo "marginales" respecto a cierto mainstream artístico. 
¿Definición del mainstream? Es local y tiene poca entidad. Seguramente bucea entorno a Sant Andreu y se incrusta en la rama histórica del conceptualismo. 
En todo caso, me parece respetable cualquier intención artística, porque creo que si existe esto es, SIEMPRE, desde la cosa lúdica. Por más que se hayan empeñado algunos históricos, el arte nunca ha salido del terreno de la representación, pues eso es lo que conlleva el término "arte". 
Con Inés e Iván hemos comentado que quizás cabría primero intentar acotar nuestro posicionamiento en este paisaje tremendo del arte. Luego verificar cuál es el territorio en el que nos encontramos.
Al menos a título personal
Pablo Marte

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